Cuentan que esta es la historia de un hombre que se muere y se va al Infierno. Allí se encuentra que hay un infierno para cada país y piensa en buscar en un infierno que no este tan malo.
Va primero al infierno francés y pregunta:
- Y aquí como es la cosa?
- Aquí primero te ponen en la Silla eléctrica por una hora, luego te acuestan en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo francés y te da latigazos.
Al hombre no le gustó nada aquello y se fue a averiguar como eran los otros infiernos, para ver si había uno mejor. Fue al infierno americano, al ruso, al alemán y así a todos y en todos hacían lo mismo. Entonces, ve que en el Infierno cubano hay una larga cola llena de gente, entre ellos muchos que no parecían para nada cubanos esperando entrar.
Intrigado, pregunta al último de la cola:
- ¿Qué es lo que hacen aquí?
- Aquí te ponen en una silla eléctrica por una hora, luego en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día viene el diablo cubano y te da latigazos.
-Pero eso es lo mismo que los demás infiernos, que tiene este de particular para que halla tanta gente queriendo entrar?
-Porque aquí a cada rato se va la corriente, la silla eléctrica muchas veces no tiene piezas de repuesto y por lo tanto no sirve, los clavos de la cama se los robaron todos y el Diablo cuando viene.........., ¡! Firma y se va....!!.
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